Después de los anteriores artículos relacionados con diferentes patologías asociadas a padecer dolor y desgaste en articulaciones, hemos querido cerrar esta etapa con la Osteoporosis.
La Osteoporosis en una enfermedad frecuente y “silenciosa” que afecta tanto a hombres como a mujeres. La denominamos como enfermedad “silenciosa” por el hecho de que no existen prácticamente síntomas que nos avisen de que la enfermedad se está desarrollando, hasta que un día se produce alguna fractura en un hueso o en alguna vertebra.
¿QUÉ ES LA OSTEOPOROSIS?
Es una enfermedad que afecta a la densidad del hueso, el hueso va perdiendo grosor dando lugar a un hueso débil y vulnerable a una posible rotura, bien por una posible caída (muñecas, cadera…) por un movimiento desafortunado o como en el caso de la columna, por algún esfuerzo e incluso el peso de nuestro cuerpo.
El hueso es un tejido vivo, esto quiere decir que se va regenerando constantemente. Nuestro cuerpo va reabsorbiendo el hueso viejo y lo reemplaza por hueso nuevo. Aproximadamente cada 10 años reemplazados todo el esqueleto. Pero este reemplazo va disminuyendo a medida que envejecemos, es a partir de los 30 años cuando el hueso va perdiendo esa capacidad de regeneración dando lugar a un hueso más delgado y débil. Bien porque nuestro cuerpo reabsorbe más cantidad de hueso que la que es capaz de producir o por causas externas que no dejan que absorbamos suficiente calcio y/o vitamina D.
CAUSAS DE PADECER OSTEOPOROSIS
La consecuencia principal es el factor genético, si tus padres han padecido Osteoporosis, seguramente la desarrollarás en algún momento de tu vida. Pero hay más factores que pueden hacer que padezcas esta enfermedad.
Dentro de la Osteoporosis podemos diferenciar entre una Osteoporosis desarrollada por el factor genético o ligada a alguna enfermedad. O entre una Osteoporosis producida por algún tratamiento o factor secundario. Vamos a ver en que se diferencia cada situación:
Tipos de Osteoporosis:
-Osteoporosis por edad o senil: Como ya hemos visto más arriba, a medida que envejecemos se produce un desequilibrio entre la cantidad de hueso que se reabsorbe y el hueso nuevo que somos capaces de producir. Afecta por lo general a personas a partir de 70 años, y es 2 veces más común en mujeres que en hombres.
-Osteoporosis secundaria:
• Consecuencia de la ausencia menstrual en largos periodos de tiempo (amenorrea).
• Mala nutrición, una alimentación insuficiente o desordenes alimenticios, como anorexia o bulimia.
• Fumar
• Alcohol
• Vida sedentaria: una falta de actividad física disminuye la producción de hueso nuevo.
• Medicamentos: ciertos medicamentos como los llamados corticosteroides (prednisona, prednisolona…), algunos tratamientos que reducen las hormonas sexuales (tratamientos para el cáncer), reemplazo de la hormona tiroidea en exceso en aquellas personas que toman medicamentos para niveles bajos de la hormona tiroidea o hipotiroidismo.
• Enfermedades que pueden afectar al hueso: Enfermedades endocrinas, artritis inflamatoria…
-Osteoporosis posmenopáusica:
Es la causa principal entre las mujeres, se produce por la falta de estrógenos al retirarse la menstruación definitivamente. Los síntomas suelen aparecer en mujeres entre los 51 a 75 años de edad.
¿CÓMO TRATAR LA OSTEOPOROSIS?
Ahora que ya sabemos en que consiste y quien tiene más posibilidades de padecerla, vamos a ver como hacer frente a la enfermedad para frenarla y para poder mejorar una calidad de vida y fortalecer nuestros huesos.
Dentro de las posibilidades para afrontarla lo mejor posible, tenemos el tratamiento farmacológico, siempre de la mano de un especialista que pueda comprobar el estado en el que se encuentran nuestros huesos y las necesidades. El tratamiento podría ser mediante:
• Calcio: Debemos asegurarnos de ingerir mediante los alimentos, una cantidad suficiente de calcio, pero es posible que haya que aumentar la ingesta mediante un tratamiento complementario. En ocasiones el Calcio que percibimos mediante la alimentación no es suficiente o incluso nuestro cuerpo no lo absorbe y lo elimina.
• Vitamina D: La Vitamina D es totalmente necesaria para hacer que el hueso pueda absorber y asimilar el Calcio que ingerimos.
Nuestra recomendación en esta ocasión es que además de realizar un tratamiento correcto con tu especialista también pongas en práctica los siguientes consejos:
• Ejercicio físico: Haga ejercicio con pequeñas cargas de peso, camine, y realice ejercicios con actividad física que NO incluyan impacto como saltar o trotar.
• Evite riesgos: Si ya padece la enfermedad, ayúdese de andadores para evitar caídas que puedan dar lugar a posibles facturas, evite posibles riesgos domésticos como alfombras, zapatos que puedan deslizar…
• Tomar el sol para ayudar a nuestro cuerpo a producir Vitamina D, así como añadir aguacate a la alimentación.
• Alimentación: La mejor manera de recibir los nutrientes necesarios es mantener una alimentación variada y equilibrada. Pero debemos prestar especial atención a los siguientes alimentos añadiendo al menos tres raciones al día.
Alimentos ricos en Calcio:
–Lácteos: la principal fuente de Calcio son los lácteos, sin embargo contienen mucha grasa por lo que no se debe abusar sobre todo al partir de cierta edad. Por lo que mejor elegir yogures desnatados, leche desnatada o semidesnatada y quesos 0% o bajos en grasa. También puedes encontrar bebidas vegetales enriquecidas en Calcio, ya que estas bebidas no contienen calcio por si mismas.
–Los frutos secos y las semillas son alimentos muy ricos en calcio, magnesio, zinc… Entre los más ricos en estos minerales encontramos el sésamo, almendras, avellanas, pistachos.
–La fruta seca: los higos, los dátiles, orejones y las pasas son ricos en calcio y conviene introducirlos en la dieta.
-Las verduras más ricas en calcio son: las zanahorias, el nabo, apio, alcachofas, judías verdes, coliflor, col, brócoli, endivias, puerros y cebollas.
–Legumbres: garbanzos, lentejas, soja…
-El pescado azul, es especial el de hueso blando comestible, como las sardinas y el salmón.
-La soja, el tofu es una buena fuente de calcio ideal también en dietas vegetarianas.
Recuerda que el ejercicio físico es muy recomendable en estos casos, ya que manteniendo unos músculos fuertes reforzamos y ayudamos a nuestros huesos a no tener que mantener todo el peso de nuestro cuerpo.
Y ahora que ya sabemos como evitar y tratar el dolor, y como a hacer frente a posibles enfermedades degenerativas, ya estamos listos para que llegue el buen tiempo para disfrutarlo al máximo.
Y con esto dejamos paso a los siguientes temas más propios de la primavera y el buen tiempo, ¡No te los pierdas!