Si hace unas semanas abordabamos los problemas causados por el dolor en general, los diferentes tipos y como tratarlo. Esta semana queremos centrar nuestra atención a las lumbalgias.
No se puede decir que la lumbalgia sea una enfermedad, más bien es la manifestación de un dolor en la zona más baja de la espalda, la zona lumbar. También conocido como Lumbago. La lumbalgia es un dolor que proviene de los músculos, las articulaciones, discos o ligamentos, pero no de lesiones graves o irremediables. Suele ser la respuesta de nuestro cuerpo a malas posturas o al movilizar y/o levantar objetos pesados.
CAUSAS DE LA LUMBALGIA
Algunas de las causas más comunes del dolor en la zona lumbar son:
• Artrosis
• Alteraciones de la estática (escoliosis, aumento curvas anteroposteriores, etc…).
• Sobrecarga funcional (malas posturas, posturas mantenidas, movilizar objetos pesados…)
• Exposición prolongada al frío.
• Factores psicológicos (ansiedad, tensión, nerviosismo…)
La lumbalgia es una patología que afecta a cualquier persona de cualquier edad, tanto personas jóvenes que habitualmente adoptan malas posturas. Como personas más mayores con una falta de movilidad y ejercicio físico. Una falta de movilidad o actividad física frecuentemente desencadena en dolor lumbar. Pero ojo, la realización de una actividad física mal ejecutada también es motivo de dolor e incluso acompañado de una lesión. Hay que movilizar la columna siempre y cuando ya no tengamos dolor y con ejercicios adecuados. Y si duele ¡para!, no sigas, queremos que notes alivio no que empeores.
COMO TRATAR LA LUMBALGIA
Malas posturas
Es muy importante cuidar las posturas que adoptamos a lo largo del día para evitar que se reflejen en un dolor lumbar. Mantener la espalda recta, con la cabeza erguida, los hombros ligeramente hacia atrás, pelvis centrada… debemos cuidar la postura al estar de pie, al sentarnos, en la cama, al conducir en el coche, y en cualquier actividad que realicemos. Sabemos que es difícil estar todo el día pendiente de esto, pero si conseguimos que en vez de estar en mala postura las 24h, son menos horas, mejor, menos cargamos la zona.
A la hora de dormir, mejor que no sea boca abajo. Siempre boca arriba o en posición fetal formando con las rodillas un ángulo de 90º. Con una almohada adecuada (que no sea demasiado alta) que permita que la columna y cervicales queden en línea recta. Muchas personas no reparan en esto, y en la cama pasamos muchas horas al día y la postura en la que estamos es muy importante.
Ejercicios diarios
La persona que padece de lumbalgia debe realizar todos los días sin excepción los ejercicios necesarios pautados por un profesional, para movilizar y articular la columna y la estructura muscular, fortaleciendo la zona, evitando que se atrofie la musculatura y el dolor pueda aumentar. Es importante hacerlos con ropa adecuada, que permita los estiramientos, preferiblemente después de haber aplicado calor en la zona para que no esté en frío para que permita la movilidad y no hagamos lesión. Mejor realizarlos en un ambiente tranquilo y sin prisa, que te permita sentirte relajado. Nunca se debe de sentir dolor, mareo o vértigo al realizar los ejercicios, si es así no los hagas y vuelve a intentarlo cuando el dolor haya desaparecido.
La mejor manera de prevenir los dolores lumbares es mediante el deporte, pero eso sí, eligiendo el deporte adecuado. Entre las opciones más beneficiosas puedes elegir:
-Natación: Con la que conseguirás fortalecer y aumentar la musculatura de la espalda, al estar en posición horizontal en el agua el impacto sobre la espalda se reduce a prácticamente cero, consiguiendo estabilizarla. Sentirás como se relaja la tensión al ejercer el agua una especie de masaje relajante sobre los músculos a la vez que mejoras el riego sanguineo de la musculutara al aumentar la frecuencia cardíaca, consiguiendo que se oxigenen los músculos.
-Pilates: Los ejercicios del Pilates van dirigidos a mejorar la articulación de nuestra espalda y la extensión de la columna. Centrando mucha atención en mejorar posturas. Así, ayuda a aliviar el dolor de espalda, incluso cuando éste viene producido por patologías. Fortaleceras la musculatura de la espalda a la vez que trabajas y ganas flexibilidad en la zona aumentando la movilidad.
-Yoga: Es una buena herramienta para conseguir unos músculos y unas articulaciones jóvenes por más tiempo. Mediante la realización de diferentes posturas conseguirás movilizar la columna, flexibilizar los músculos de la espalda y fortalecerlos.
El reposo normalmente no suele ser beneficioso, incluso en ocasiones es contraproducente. Hay que evitar que el miedo al dolor haga que te quedes quieto, esto podría hacer que entraras en un círculo vicioso que agravará el problema.
Calor
El frío hace que nos contraigamos y da lugar a contracturas musculares. Al aplicar calor conseguimos que la musculatura se relaje y eliminamos la tensión en los músculos y tendones aliviando así el dolor lumbar con sensación de confort de una manera eficaz. Las almohadillas eléctricas son la mejor opción, proporcionan un calor intenso y agradable. El calor siempre debe de ser un calor seco, nunca húmedo.
Objetos pesados
Ante una crisis de dolor sobretodo hay que evitar coger o movilizar objetos pesados. Una vez que el dolor ha disminuido o desaparecido no hay que confiarse, a la hora de levantar algún objeto pesado ya que este puede ser un momento de recaída, hay que agacharse flexionando las rodillas y manteniendo la espalda recta. Siempre despacio, con cuidado y sin realizar movimientos bruscos.
Fármacos
El uso de fármacos es una manera rápida y efectiva de aliviar el dolor y reducir la inflación. Primero debemos acudir a nuestro profesional sanitario, ya sea el médico de familia o en tu farmacia de confianza. Y según el grado de dolor y de movilidad te aconsejaremos algún fármaco tipo paracetamol para conseguir un efecto analgésico, (ya sea sólo o combinado con codeína), antiinflamatorios (con efecto analgésico y antiinflamatorio), miorrelajantes (para relajar la musculatura) o alguna pomada de acción local.
En casos de lumbalgias crónicas con un nivel de dolor elevado, podría prescribirse el tratamiento con opiáceos (sobre todo tramadol).
Tratamientos complementarios
La mayoría de los pacientes encuentran cierta mejoría al complementar el tratamiento pautado con el médico con alguna terapia manual tipo: masajes descontracturantes de la mano de un fisioterapeuta, conseguirá descargar esa tensión acumulada en la zona aliviando el dolor y la presión.
La visita a un osteópata también puede ser de gran ayuda, ya que el dolor lumbar puede venir de una compensación que realiza el cuerpo por una desviación o una lesión en otra zona. En muchas clínicas de fisioterapia puedes encontrar a profesionales especializados en ambos tratamientos.
Otra posible solución para aliviar el dolor es el tratamiento con acupuntura, utilizando pequeñas agujas muy finas en diferentes zonas del cuerpo.
Y lo más importante al probar las recomendaciones anteriores es que si una no funciona no desesperes, prueba otra, ves fortaleciendo la zona y poco a poco notarás mejoría. El estado de ánimo es un aspecto muy importante para sobrellevar el dolor.
Aunque sabemos que con el dolor resulta complicado, sé siempre positivo, mucho ánimo y ¡gánale la batalla al dolor!