El dolor es un problema de salud, que afecta a la calidad de vida de numerosas personas.
Cada individuo aprende el significado de la palabra dolor a través de su experiencia personal, lo que unido a sus múltiples causas y características hacen que su definición sea difícil.
No obstante, podríamos definirlo como una experiencia sensorial y emocional desagradable, asociada a un daño tisular (de los tejidos), real ó potencial.
Aún así, muchas personas,
refieren dolor en ausencia de daño tisular ó causa fisiopatológica conocida. Sin embargo esta experiencia debe de ser aceptada como dolor, ya que no existe manera de distinguirla de la que se produce por un daño tisular. Por eso, se dice que, “el dolor es lo que el paciente dice que es”.
Si algo “bueno” tiene el dolor, es que es una señal de alarma de que algo está sucediendo en nuestro organismo o va a suceder, ante lo cual podremos intervenir, pues es bien cierto que a nadie nos gusta padecer ningún tipo de dolor, por el impacto tan importante que tiene en nuestro día a día, y porque puede constituir no sólo un síntoma, sino una enfermedad en sí misma.
¿Qué tipo de dolor se puede dar?
• Según su duración:
– Dolor agudo : de duración corta; desaparece en cuanto la lesión que lo produce, se cura (fracturas, golpes, quemaduras…)
– Dolor crónico : de duración mucho más larga (de 3 meses en adelante). Se convierte en permanente, no desaparece y aunque puede reducirse, no se cura. Está relacionado con alguna enfermedad crónica como artrosis, artritis reumatoide, fibromialgia…
• Según su periodicidad:
– Dolor continuo o dolor intermitente.
• Según su intensidad:
– Dolor leve, moderado o severo.
• Según su origen:
– Dolor neuropático: obedece a una lesión del sistema nervioso. Desequilibrios nutricionales, alcoholismo, toxinas, infecciones y enfermedades autoinmunes, pueden causar neuropatías dolorosas, así como también puede estar causado por un tumor que presiona un nervio o un grupo de nervios.
– Dolor nociceptivo: está causado por una lesión en los tejidos. Habitualmente se describe como un dolor agudo, continuo o palpitante. Puede deberse a una patología benigna ó a tumores ó células cancerosas que invaden parte del organismo.
¿Cómo tratar el dolor?
Existen muchas formas de combatir el dolor, y éstas varían dependiendo de la causa que lo origina.
Los medicamentos analgésicos (paracetamol,ácido acetilsalicílico, ibuprofeno…. para el dolor leve) y opioides ( codeína, tramadol, morfina…. para el dolor de moderado a intenso), la fisioterapia, la acupuntura, la aplicación de compresas frías o calientes, el reposo o el ejercicio. Todas ellas van a contribuir a la desaparición del dolor, porque si el dolor no se trata, puede causar sufrimiento, ansiedad, depresión e incapacidad para realizar las actividades normales de nuestra vida.
Es frecuente que ocasione problemas para dormir, lo que se traducirá en fatiga e irritabilidad durante el día, también puede distraer, dificultando la concentración y la memoria.
Todo esto son razones suficientes para hablar sobre él con el médico y controlarlo en una fase temprana.
Es verdad que el dolor es muy subjetivo a la hora de definirlo y que depende de cada persona, que lo describirá como más o menos intenso, ya que forma parte de la experiencia de cada uno con el dolor y también del umbral que tenga a la hora de soportarlo.
Por eso el facultativo, a la hora de enfrentarse a él, lo hará utilizando una serie de preguntas que lo encaminen hacia un diagnóstico. Preguntas tales como: ¿dónde se localiza?, ¿sigue algún patrón determinado?, ¿cómo lo describiría?….
En nuestra Farmacia, como profesionales, te aconsejaremos sobre lo que debes saber y hacer.
También a través de nuestro blog, en sucesivas entradas, iremos profundizando más, en los diferentes tipos de dolor.
¡Animo, que el dolor no va a poder contigo!